Por Andrew KP Leung

    Estados Unidos no tiene un Plan B, afirma la profesora Radhika Desai, directora del Grupo de Investigación sobre Economía Geopolítica de la Universidad de Manitoba, en el Foro de Pensadores de YouTube del 25 de enero de 2024.

    Andrew KP Leung

    Desai repasa los cambios de paradigma que se producirán en 2023 en la hegemonía estadounidense, como Ucrania y Gaza; el impacto a largo plazo en la propia economía de Estados Unidos; la resistencia de Rusia frente a la ofensiva estadounidense; la cuestionable durabilidad del sistema de mercado abierto del dólar, similar a un casino; el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y China; la postura diplomática de China, más moderada y globalmente inclusiva; y las impactantes elecciones en Estados Unidos y el Reino Unido.

    Debo añadir que el llamado Plan A de Estados Unidos contra China sólo cuenta con cuatro herramientas contundentes: (a) el dominio militar de Estados Unidos, (b) el liderazgo tecnológico de Estados Unidos, (c) el dólar como arma y (d) la llamada red de alianzas globales de Estados Unidos. Cada vez resultan menos eficaces contra China.

    En cuanto a (a), China ha ampliado enormemente su ejército, muy capaz de defender sus principales intereses. Esto incluye un sistema de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) móviles, hipersónicos y con capacidad nuclear, con ojivas múltiples y navegables por separado, una armada de aguas azules que ahora cuenta con más buques de guerra que Estados Unidos, aviones de combate y bombarderos de quinta generación de última generación, por no hablar de la ciberguerra y las capacidades de inteligencia artificial.

    En cuanto a (b), exceptuando de momento los chips nano-semiconductores, el Instituto Australiano de Política Estratégica (ASPI) ha descubierto que China lidera 37 de las 44 tecnologías punteras del siglo XXI. Aunque excluida desde el principio del proyecto de la Estación Espacial Internacional liderada por Estados Unidos, que está cerca del final de su vida útil, China ha logrado construir y poner en funcionamiento su propia Estación Espacial Tiangong desde cero. Es el único país capaz de enviar con éxito una sonda robótica a la cara oculta de la Luna. Su programa lunar está cobrando velocidad, asociándose con otras naciones, incluidos algunos países avanzados.

    En cuanto a (c), las sanciones indiscriminadas y prolongadas contra el dólar han empujado a más países del Sur Global a realizar transacciones comerciales bilaterales con China utilizando otras monedas, incluido el renminbi. La moneda soberana digital de China (e-CNY) está ganando adeptos a escala internacional. Al fin y al cabo, China es, con diferencia, el mayor comerciante y fabricante del mundo. Sigue siendo el mayor socio comercial de 128 países, frente a los 57 de Estados Unidos. Siete de los 11 principales puertos de contenedores del mundo están en China, incluido Hong Kong. Aunque no sea «Made in China», China está presente en una miríada de productos de todo el mundo, incluidos materiales, minerales, componentes y logística, desacoplando o eliminando riesgos.

    En cuanto a (d), marginado durante décadas bajo la hegemonía estadounidense, el Sur Global se ha vuelto más capaz de defender su soberanía nacional y sus intereses estratégicos. Un ejemplo es la enorme Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés), formada por los países de la ASEAN y sus principales socios comerciales. Se trata del mayor bloque de libre comercio del mundo, que representa un tercio del PIB mundial y un tercio de la población mundial, y en el que China sigue siendo un eje comercial central.  Más países en desarrollo han optado por unirse al grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), así como a la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS). Testigo de ello es también la inclinación más independiente de Oriente Medio e incluso de la India. La mayoría de las naciones del Sur Global no quieren verse obligadas a elegir entre Estados Unidos y China, que sigue siendo una fuente clave para el desarrollo económico, incluidos el comercio y las infraestructuras.

    En definitiva, como señala el profesor Desai, los días de la hegemonía estadounidense están contados. Cuanto antes despierten las élites estadounidenses de su quimera de perpetuar la hegemonía estadounidense mediante la coerción bruta, mejores serán las perspectivas de un mundo más inclusivo y pacífico.

    Autor: Andrew KP Leung – Estratega internacional e independiente sobre China. Presidente y Consejero Delegado de Andrew Leung International Consultants and Investments Limited. Anteriormente fue Director General de Bienestar Social y representante oficial de Hong Kong en el Reino Unido, Europa del Este, Rusia, Noruega y Suiza.

    (Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen únicamente al autor y no reflejan necesariamente la política editorial ni los puntos de vista de World Geostrategic Insights)

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