Mauricio Diagama Durán (Consultor, docente, investigador, conferencista internacional)

    La situación de la pandemia con seguridad afectará muchas realidades que se consideraban eternas.  

    Mauricio Diagama Durán
    Mauricio Diagama Durán

    Pero naturalmente no lo cambiará todo, así que muchas de las tendencias globales, que ya venían, como el comercio internacional, los negocios globales o el empleo masivo de la tecnología, seguramente continuarán, en medio de un mundo organizado por países, con estados fuertes y actores poderosos, y todos ellos en busca de recursos ubicados en sitios estratégicos de la tierra o en el espacio universal más cercano.

    Sólo que en este nuevo escenario, y como nunca antes, el recurso principal de la sociedad será el conocimiento, que genera tecnología, y esta, a su vez, requerirá para su desarrollo, de recursos físicos y materias primas ubicados en espacios determinados. Por tanto, la riqueza y el poder seguirán atados a la posesión y uso de recursos estratégicos.

    De otro lado, algunos analistas ya estaban hablando de un cambio de época desde finales del siglo pasado e intentaron ponerle nuevos nombres a este período de la historia – postcapitalismo (Drucker), postcivilizacion (Boulding), aldea global (McLuhan), sociedad tecnocrática (Zbigniew), postindustrialismo (Bell) o economía mundo (Taylor) – pero lo cierto, es que hoy, es más importante preguntarse sobre cómo serán los nuevos cambios.

    Pues bien, para responder a tales realidades y preguntas, deben aparecer nuevas idea – fuerza, buscando no sólo mover a la sociedad, los individuos, el poder o los estados, sino también para poder explicar sus comportamientos.

    De esta manera la geopolítica se fortalece como método de análisis, aunque también muestra sus propias necesidades de cambio. El punto es que algunas de sus ideas – fuerza tradicionales, son limitadas, pues por ejemplo, las nociones del espacio y el tiempo, entendidas como dimensiones fijas, estáticas, lineales o inmutables no se corresponden totalmente con esta nueva época.

    En este artículo se presentarán algunas de esas nuevas ideas fuerza que se proponen agregar integralmente al método geopolítico contemporáneo, ya presentado en escritos anteriores, y que podrían usarse como parte de su estructura.

    Noción de Idea- fuerza

    Una idea fuerza es en esencia un mensaje sencillo pero contundente, compuesto de pocas palabras, que refleja un significado completo y que invita a una determinada comprensión y acción, pero que le sirve a alguien con poder. (Burque y Díaz, 2010)

    Es por lo tanto una creación humana y expresa la posición de un pensamiento aceptado, validado y en muchas ocasiones oficial. Y además es un mensaje directo, que sirve para dirigir el poder y la acción dentro de unos parámetros de análisis.

    La idea del espacio dentro de un mundo redondo

     La primera idea – fuerza tradicional de la geopolítica dice que todo espacio se explica por unas coordenadas fijas norte – sur y oriente – occidente, además de unos límites inalterables.

    Sólo que esta afirmación es válida cuando se trata de ubicar espacios pequeños frente a los espacios circundantes, y es equivocada, cuando se busca relacionar un espacio mayor como un país, una región o un continente, frente a otros, pues el mundo no es plano, y las coordenadas dependen de la posición desde la cual el analista se ubique.

    Así que la ubicación de un espacio sólo podría ser exacta y absoluta, dado su tamaño, composición, accidentes, etc, o por los vecinos cercanos; pero sería relativa, cuando se trata de establecer los espacios lejanos y su relación con ellos.

    Acá la nueva idea fuerza es que la ubicación de un espacio es relativa frente a los espacios lejanos y según la posición de los analistas que la observen.

     La idea de la economía espacial

    La segunda idea – fuerza tradicional afirma que uno de los factores que explica los grandes conflictos es el tema económico.

    Sólo que la riqueza y los recursos de un espacio, así como los actores con sus intereses particulares, están presentes siempre en todo gran conflicto social.

    Por ello, métodos como la geoeconomía, ayudan con esta comprensión, al decir que con él se estudian los temas espaciales y económicos de los recursos naturales, o los bienes materiales que producen la naturaleza y los países. Y como complemento, que una zona geo-económica debe contar con recursos naturales que sean valiosos.

    O que se debe analizar el sistema internacional y el comportamiento de los actores a partir de los intereses económicos. O que se debe estudiar el mantenimiento de la rivalidad entre las naciones utilizando medios económicos en lugar de bélicos.

    Pues bien, la geopolítica, en asocio con la geoeconomía, deben estudiar y comprender, el cómo y el por qué los mayores conflictos sociales, siempre están vinculados a un espacio determinado, que genera riqueza.

     Así que la nueva idea – fuerza afirma que los intereses económicos explican los grandes conflictos, y que unos y otros, están vinculados a espacios particulares y concretos.

     La idea del tiempo no lineal y las olas de cambio

    La idea del tiempo lineal ha estado presente desde hace muchos siglos. Y con ella las nociones de progreso, desarrollo, etapas, mejoramiento. etc. Además y como complemento, que existe el subdesarrollo, el  atraso o el estancamiento.

    Sólo que hoy se puede observar con mayor claridad, que hay distintos tipos de civilizaciones, actores e individuos dominantes, dentro de los espacios, pero muchas veces conviviendo al mismo tiempo con actores, sociedades, grupos, etc. que desarrollan otros tipos de culturas, creencias o prácticas económicas.

    Acá la visión lineal, según la cual los países que se industrializaron antes, ahora son los desarrollados y que los que no lo hicieron a tiempo, ahora son los pobres, o que tienen que recorrer unas etapas para lograr su industrialización para dejar de serlo (Kenneth Galbraith), son claramente inconvenientes.

    En realidad las olas de cambio ayudan a explicar mejor por qué si hoy el conocimiento y la tecnología son dominantes en muchos sectores del mundo, también y de manera simultánea, muchos actores no están en ese tipo de vida.

    Y ayuda a explicar también que mientras primó la ola de lo industrial, también los temas agrícolas subsistieron muy fuertemente.  O por qué las zonas, ciudades o regiones presentan grandes tensiones internas por la ola de cambio en que viven algunos ciudadanos y cómo estos a su vez, pueden desarrollar conflictos con quienes ostentan el poder desde las haciendas, el campo o las selvas. Entre países la situación es similar.

     Acá la nueva idea – fuerza dice que sobre el mismo espacio pueden existir personas, actores e intereses distintos, según las olas de cambio en que se encuentren cada uno de tales personas.

     La idea del tiempo futuro por escenarios

    Si el tiempo no se entiende como lineal, entonces el futuro no se puede predecir por la relación causa – efecto clásica.  Y el comportamiento o los resultados de la acción de un actor, no se pueden definir sólo con base en lo que ya hizo o está haciendo.

    Así que la idea – fuerza de que el futuro se entiende como un curso de acción continuo y secuencial, es altamente perjudicial para explicar el desarrollo y el resultado de los conflictos.

    La nueva idea debe decir que existen distintos escenarios posibles para el desarrollo futuro del conflicto, definidos a partir de la probabilidad de ocurrencia de acciones, decisiones o intereses que se van involucrando en él.

    Autor: Mauricio Diagama Durán (Consultor, docente, investigadorr y  conferencista internacional (Argentina, México, Perú, Rusia, Venezuela, entre otros países) y Nacional, en temas asociados con geopolítica, relaciones internacionales, administración pública, administración educativa, gerencia empresarial internacional, y negocios internacionales. Bogotá, Colombia)

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